Tijuana,
Baja California
México
El Arquitecto y el Emperador de Asiria
de Fernando Arrabal
German Castaneira:
(Director del grupo metamorfosis . Neural Crash)
"... es fácil reconocerlos en un buen espectáculo, de quienes realmente han encontrado la rendija para escapar de la mecanicidad... el director... es una escalera del propio actor para llevarlo a sí mismo... El capitalismo artístico en el que vivimos hace creer a los incipientes histriones que son carretas, y de esa forma son utilizados, como objetos de un fin comercial. Cuando en realidad el actor puede llegar a ser un avión impulsado por su si mismo, y eso se vuelve solo evidente en la intimidad del entrenamiento. La verdadera revolución actoral surge en esa entrega total, a ese misterio del rito de un grupo avocado a descubrir con su director cuales son sus funciones primarias ya sean: Intelectuales, Instintivas, Motrices o Sexuales. Y de esa entrega surge como resultante un auto total, mismo acto que muchos buscan y que pocos logran vivir, pues no hay formulas definidas, cada grupo debe deshacer ese nudo y llevar ese precioso regalo a otros que lo quieran buscar através de su único recurso fiable, el entrenamiento.
Este examen que vamos resolviendo es nuestro punto de partida para lograr un ensayo revolucionario através del “montaje”, pues esta claro que desde siempre el teatro ha sido el arma política mas sutil para llevar al pueblo a una meta definida y eso es lo contrario en nuestros días, el actor ahora es un producto más de las empresas privadas, del gobierno y de las escuelas llamadas de teatro o licenciaturas que no enseñan a otra cosa mas que aprender a venderse con seguridad y la seguridad en el teatro no sirve, estanca te pudre, la inseguridad es más humana, ¡no somos maquinas! Somos la materia más sensible del universo, una mirada, una palabra del corazón basta para salvar a un amigo..."
"... es fácil reconocerlos en un buen espectáculo, de quienes realmente han encontrado la rendija para escapar de la mecanicidad... el director... es una escalera del propio actor para llevarlo a sí mismo... El capitalismo artístico en el que vivimos hace creer a los incipientes histriones que son carretas, y de esa forma son utilizados, como objetos de un fin comercial. Cuando en realidad el actor puede llegar a ser un avión impulsado por su si mismo, y eso se vuelve solo evidente en la intimidad del entrenamiento. La verdadera revolución actoral surge en esa entrega total, a ese misterio del rito de un grupo avocado a descubrir con su director cuales son sus funciones primarias ya sean: Intelectuales, Instintivas, Motrices o Sexuales. Y de esa entrega surge como resultante un auto total, mismo acto que muchos buscan y que pocos logran vivir, pues no hay formulas definidas, cada grupo debe deshacer ese nudo y llevar ese precioso regalo a otros que lo quieran buscar através de su único recurso fiable, el entrenamiento.
Este examen que vamos resolviendo es nuestro punto de partida para lograr un ensayo revolucionario através del “montaje”, pues esta claro que desde siempre el teatro ha sido el arma política mas sutil para llevar al pueblo a una meta definida y eso es lo contrario en nuestros días, el actor ahora es un producto más de las empresas privadas, del gobierno y de las escuelas llamadas de teatro o licenciaturas que no enseñan a otra cosa mas que aprender a venderse con seguridad y la seguridad en el teatro no sirve, estanca te pudre, la inseguridad es más humana, ¡no somos maquinas! Somos la materia más sensible del universo, una mirada, una palabra del corazón basta para salvar a un amigo..."