Fernando Arrabal llega con Teatro Margen Un primer Fernando Arrabal que ya despuntaba como el prolífico, genial y venerado autor que llegaría a ser años después, recrea en Fando y Lis, los fantasmas de la desolación humana y su eterna búsqueda de la felicidad. La Compañía de teatro, Margen, presenta su versión. FANDO Y LIS , escrita en el año 1955 y llevada al cine por Jodorowsky en 1968, fue una de las primeras obras de la que sería una larga lista de textos teatrales, narrativos y poéticos. Los que escribió uno de los autores más representados del S.XX, Fernando Arrabal. Quienes se han acercado a su trabajo consideran que la polémica, como suele suceder, logró eclipsar en su país natal, España, su valor como dramaturgo, para muchxs equivalente a un antes y un después en la escena del teatro mundial. El autor de obras como «Y pusieron esposas a las flores» bebe en las fuentes de dos reconocidos manantiales, Euripides , y la ciencia cuàntica. En Fando y Lis esas aguas hacen brotar por un lado la comicidad infantil de los hombres del paraguas, heredera de los hermanos Cain y Abel. Con un telón de fondo dónde se sublima la España de postguerra, los personajes Fando y Lis se somenten al exilio en una tierra devastada en busca de Tar, el paraíso prometido. Teatro Margen, una de las compañías más consolidadas del panorama escénico asume el desafió de interpretarlo. Según su directora Marisa Pastor, por la vigencia desde la que se plantea uno de los temas centrales de esta pieza, el amor corrompido por la perversión del miedo y la dependencia, hoy llamado maltrato de género. Según los propios actores Ángeles Arenas, Pablo Martín, Rafa Abenza: Lis, es la esperanza en la voz de las mujeres maltratadas, Fando es la representación del sádico, Mitaro, Namur y Toso, los hombres del paraguas, representan el absurdo del día a día. La ilustración del programa de mano es una delicia de Nanu Gonzalez.
MARISA PASTOR Directora de la obra teatral «Fando y Lis»un clásico contemporáneo, «Fando y Lis», un texto de vanguardia escrito por Fernando Arrabal en 1955.
Fernando Arrabal, afincado desde hace años en París acudió invitado por «Margen».
A pesar de su fama de "genial" , el autor se deshizo en elogios al montaje. -Debuta como directora con un texto difícil,
¿por qué «Fando y Lis»? -
No me parece de lo más complicado de Arrabal. Creo que es un texto sorprendente y donde se tratan temas como la incomunicación o la dependencia, que son universales y atemporales. La obra puede conectar con el público, sobre todo con el público más joven. -
¿Se ha inspirado en otros montajes o en la adaptación al cine de Alejandro Jodorowsky?
-He preferido no ver demasiados montajes de la obra para no dejarme influir. Con respecto a la película de Jodorowsky, creo que no tiene demasiado que ver. «Fando y Lis» pertenece a la primera época de Arrabal, y cuando Jodorowsky rueda la película ya ha pasado una década, él, Arrabal y Roland Topor han fundado el «Grupo Pánico», y Jodorowsky hace una adaptación cinematográfica muy basada en las ideas del colectivo. Mi adaptación no tiene mucho que ver con la de Jodorowsky, a mí me interesa sobre todo el problema de la incomunicación, y el humor. -
¿Es difícil adaptar una obra de Arrabal?
-No es un autor que tenga exclusividad con ninguna compañía ni que ponga dificultades para adaptar su obra. Al contrario, cualquier grupo puede representarlo. Nosotros le invitamos al estreno y nos encantó poder compartirlo con él. -
¿Le gustó la adaptación?
-Por lo que nos dijo quedó muy satisfecho con la representación. La opinión del público es fundamental, pero que el autor del texto nos haya dicho que la obra le ha gustado y que hemos conseguido llegar al fondo de la tragedia es de las mejores críticas que te pueden hacer. En España Arrabal es más conocido por youtube que por ser uno de los más grandes autores vivos de las vanguardias, con una extensa obra en teatro, cine, narrativa o incluso ópera. -
¿Qué tipo de montaje ha querido hacer?
-Una escenografía muy desnuda, con pocos elementos y un vestuario muy atemporal. La obra no está ambientada en ningún tiempo concreto. Y con respecto al trabajo actoral he tratado de darle al espectáculo, aunque suene paradójico, teatralidad, que las interpretaciones no sean realistas, subrayando también el humor que tiene el texto. Echo en de menos en muchas obras de teatro precisamente esa teatralidad y, en general, sentido del riesgo. -
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